Archive for the ‘En serio’ Category

Complejos, prejuicios y demás familiares…

junio 28, 2019
Imagen de penanolen.cl

Una de las palabras más en boga del presente siglo que ya se acerca a su primer cuarto es sin duda alguna, inclusión e increíblemente, a pesar de que soy un abanderado de la inclusión, entiendo que esa frase es comúnmente mal utilizada, trayendo como resultado el efecto contrario a la razón de su origen.

Hemos utilizado la palabra inclusión confundiéndola con igualdad, con derechos fundamentales, sin darnos cuenta de que con ello contribuimos a crear complejos, a crear prejuicios, a crear limitaciones, pero sobre todo a pensar como la posible cura a males que están muy alejados de la aceptación de terceros.

Yo creo en la promoción de la inclusión, pero creo que esa hornada debe ir acompañada del fomento de la autoestima, del autodesarrollo, de la auto aceptación, de la idea de que el mundo no está contra nosotros, sino de que el mundo es libre, complejo, competitivo y que las sociedades se autorregulan, así como aquel ejemplo en las clases de economía de la “mano invisible” que regula.  En un mundo tan espasmódico, presto a confusiones y excluyente necesitamos ir más allá que la simple palabra.

Racismo, clasismo, género, entre otros no menos importantes, son factores de nuestros días para reclamar inclusión, pero atacamos problemas, reales por demás, olvidando que las soluciones son compartidas, creando una víctima y un victimario, enfrentándolos, fomentando el odio, intentando castigar al victimario y aumentando la debilidad de la víctima al hacerlo merecedor de lastima y favor, incluso de la asistencia pública.

Con eso olvidamos muchas cosas y erramos.  Erramos en que convertimos a personas en víctimas de sí mismas, mas que ser víctimas de un sistema, entendemos que quienes los excluyen son los culpables de su pena, y fomentamos una oposición, consciente o inconsciente, sin darse cuenta de que con ello le quitan fortaleza y razón para desarrollar las cosas que los hacen más similares.  En pocas palabras los llenan de complejos, de prejuicios y de limitaciones haciéndoles entender que necesitan la asistencia para lograr un poco de espacio y en otros casos haciéndoles entender que están condenados a la desgracia, aquella desgracia que ha fabricado quien los excluye.

Como dije al inicio de este escrito, soy un abanderado de la inclusión, más aún, soy un abanderado de la igualdad, pero soy un acérrimo critico y enemigo de los complejos,  y si bien es cierto que he sido víctima de alguna que otras cosas de ellas, siempre entenderé que nuestro peor victimario podemos ser nosotros mismos al sentirnos merecedores de lastimas sintiéndonos inferiores o al sentirnos merecedores de pleitesías sintiéndonos superiores, primero somos humanos, luego todo lo demás…

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Esencia

noviembre 30, 2016

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Recordando una clase de la materia de Sociología en mis años de estudiante universitario, existe una teoría que sostiene que, las personas, al igual que las plantas, y demás seres vivos, no eligen dónde ni cómo nacen, sino que esto es un asunto de destino o suerte.  Esta tesis se encuentra sustentada en la ciencia, por tal razón se aleja de toda lógica cristiana donde si mencionamos, por fe, los planes de Dios para cada uno de nosotros.

Tomando en cuenta lo anteriormente explicado, cada persona tiene condiciones completamente diferentes al nacer y desarrollarse, algunos mejores circunstancias y condiciones, otros peores, así pasa a todos habitantes del mundo.  Algunos tienen la oportunidad de forjar su propio destino y lo hacen, otros tienen el destino prácticamente forjado y lo desperdician, en fin, según mi perspectiva, nadie es responsable de cómo llega al mundo, pero la mayoría de personas son responsables de cómo terminen en él y digo la mayoría, porque hay un porcentaje sustancioso que no alcanza a adquirir responsabilidad en sus actos ni en su destino.

Algunos consideran que, haber nacido en condiciones ventajosas en todo el sentido de la palabra, les faculta para tomar decisiones sobre los demás, decisiones en referencia a las vidas de otros y para verlos con la rabiza del ojo, siempre considerándolos como seres inferiores. Sin embargo en el otro extremo de la cancha, otros consideran que, el haber nacido en condiciones desfavorables, en todo lo que esa frase signifique, les faculta para ser foco de lastima y para entender que es una obligación de los demás compadecerse de su situación, incluso si en el tiempo logran superar su desdicha, entienden que el resto del mundo les debe pleitesía a su superación y que eso les hace merecedores del respeto y la consideración de los dichosos y los desdichados, sobre todo para ser aceptado por los dichosos como alguien similar pero aventajado por el costo de la superación.

Mi propia concepción sobre el tema, como fruto de la observación y el análisis del comportamiento, me lleva a concluir que estoy en cierto acuerdo con la teoría mencionada en la introducción, pero que lo favorable o lo desfavorable de la situación con la cual hayamos venido al mundo y heredado, no es lo que debe regir nuestras vidas, más allá, creo que lo que nos puede hacer diferentes es lo que logramos hacer en esa condición que nos tocó, es lo que podemos hacer por nuestros propios medios. Entiendo también que es un tema de oportunidades en todo el sentido de la palabra.

Cultivar la sencillez de corazón, es ver la vida desde su óptica real, pues nada trajimos al mundo y nada habremos de llevarnos.  Por eso, sería un grave error considerar lo que somos sobre la base de, lo que tenemos, creemos tener, o a aquello de lo que carezcamos, y no a lo que somos en sí mismos.

Imagen, gracias a https://reikicris.com/

Educación: Principal elemento para disminuir la brecha social

enero 26, 2015

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Escribo sobre este tema, a propósito de observar muchas realidades y leer muchos escritos relacionados con ambos componentes sin que, necesariamente, guarden relación uno con el otro. Desde hace muchos años los políticos llevan el discurso en sus campañas de trabajar por disminuir la brecha social, en otras palabras, hablan de la necesidad de redistribuir las riquezas, sin embargo día tras día vemos como va ocurriendo lo contrario, cada día hay más pobres y los ricos siguen siendo los mismos, con ciertas excepciones de algunos políticos, algunos deportistas y algunos que han acumulado riquezas ilícitas.

Hace algunos días leí una publicación de los hombres más ricos de la República Dominicana y me llamó mucho la atención que, apenas el 20% de éstos habían autogenerado su fortuna, el resto la había heredado. Esto en esencia no es bueno ni es malo, pues todos hubiéramos querido nacer en un hogar económicamente privilegiado. La razón por la que me llamó la atención es porque vivimos en un país escaso de oportunidades, donde el sol no brilla para todos y no existe intención alguna de quienes nos han dirigido ni de quienes nos dirigen en la actualidad para que eso cambie.

La educación que recibimos, desde la básica hasta la superior, nos guían a que seamos parte de un sistema, no hay incentivos para romper paradigmas. Nos educan para ser empleados y para que nuestro objetivo máximo sea lograr un puesto de alta dirección en el lugar donde estamos empleados. Por otro lado, no existen incentivos suficientes en la parte gubernamental para quienes deciden emprender, la carga fiscal es los suficientemente abrumadora como para pensarlo mucho antes de emprender una idea, pues en muchos casos el capital del que se dispone representa los ahorros de toda una vida. Las fuentes de financiamiento de las que dispone el sistema bancario se limitan a financiar sólo el desarrollo de empresas existentes, más no de nuevas ideas ni empresas emergentes.

Reflexionando sobre lo expuesto, nos quedamos con la lección de que nadie ha hecho y nadie hará nada para disminuir o eliminar la brecha social, y que muy lejos de cerrarse dicha brecha, se amplía cada día más. Y es algo muy sencillo, para lo cual no se requiere de ningún análisis profundo, sólo tenemos que pensar y hacernos las siguientes preguntas ¿A quién le beneficia que se cierre la brecha social? ¿A quién le beneficia que haya menos gente pobre? ¿A quién le beneficia que haya más personas económicamente activas y con mayor poder adquisitivo? También podemos hacer la inversa y preguntarnos a quién perjudica.

A lo mejor existen respuestas múltiples para las preguntas del párrafo anterior, sin embargo, en todas debe existir un factor común, ese factor es la persona que logra la escala. Así mismo, se trata de estar más interesado uno mismo que las autoridades que gobiernan el Estado, se trata de tener objetivos y a esos objetivos implantarle una ruta (estrategia) para lograrlos, se trata de que si usted no hace nada por usted mismo, no espere que el gobierno, los empresarios, los extranjeros, ni nadie haga nada por usted. Es de suponer que quienes no estamos en una situación privilegiada, luchemos por superación, pero si no estamos haciendo nada para ser mejores personas o para salir del hoyo en el cual nos encontramos, tampoco podemos esperar que la respuesta a como mejoraremos caiga del cielo, o que alguien se preocupe por nosotros ni mucho menos pensando que al jugar un billete de lotería podemos cambiar nuestra realidad de un momento a otro.

Con mucha pena veo como cada vez incrementa el desinterés por adquirir conocimientos en la gente que se supone, aspira a superarse, algunas personas entienden que por haber resuelto lo básico en la actualidad no tienen razón para desear algo mejor, peor aun, muchos están asistiendo a las aulas implantando la modalidad de “gradúese ahora y aprenda después”. Con el sistema en contra y con nuestro enemigo más grande (nosotros mismos) en contra, se hace imposible disminuir las brechas, si la actitud no cambia estructuralmente, los resultados serán siempre los mismos, trato por esta vía de hacer un llamado a tener una visión diferente, a aspirar cosas mejores, a contribuir con aquello que nos posibilite dar ese paso. Entienda usted que, nadie más que usted mismo está llamado a luchar por usted.

La equidad social, la justicia social son palabras bonitas que componen los discursos de personas que buscan sobre todo resolver sus propios problemas, sino nos empoderamos de resolver los nuestros poniéndole el grado de seriedad que nuestra situación merece, sino nos esforzamos en superarnos a nosotros mismos, entonces estamos construyendo sobre bases de arena. Educación es la primera respuesta clave para lograr que otras cosas sucedan.

Profesiones y Profesionales

mayo 5, 2011

Profesionales y Profesiones

Siempre he sido un crítico de aquellas cosas que no encuentro correctas, con eso no quiero decir que yo sea perfecto, ni que yo no cometa errores ni mucho menos, pues que tire la primera piedra quien este libre de pecados, pero hay cosas que están a la vista y no necesitan espejuelos para llamar la atención.

Hay tres profesiones en las que, quienes la ejercen, deben ser personas a quienes les “pese el ruedo de los pantalones o la costura de la falda” como dicen en el lenguaje urbano, eso significa que hay que tener un mínimo de ética, “dos dedos de frente” para ser Médico, Profesor o Abogado.

¿Por qué afirmo lo anteriormente expuesto? Por la sencilla razón de que para ejercer cualquiera de estas tres profesiones se necesita tener sobre todo vocación en el mismo grado que capacidad para realizarlo, pues no me vale saber mucho y no poner a disposición de quien necesita esa capacidad.

Recuerdo de niño, una huelga que hicieron los maestros de escuelas públicas, y me dio mucha pena ver como los estudiantes de esos recintos estudiantiles perdieron el año escolar, gracias a que sus maestros valoraron más su paga que el retraso que les estaban causando en los años de escolaridad.

Es común que en las clínicas de la República Dominicana y (según he visto en televisión) muchas partes del mundo los médicos anteponen los intereses económicos antes de la salud de una persona, normalmente se interesan más en saber quién va a pagar la cuenta que en cómo van a sanar al paciente (que de hecho hay que ser muy paciente para sobrevivir ante esa situación). Si no tienes seguro, entonces debes depositar una fianza para poder intentar ayudarte.

Lo mismo con la parte de los juristas, aunque seas inocente en una sociedad como la nuestra, solo saldrá libre si y solo si tienes los recursos económicos para pagarle a quien te ayude a demostrarlo. Es injusto, a veces con tan poca cosa se podría defender a un inocente, sin embargo en la mayoría de los casos el culpable sale libre porque si tiene los recursos suficientes para buscar a quien pruebe lo contrario o utilice dichos recursos para poner la “justicia” a su favor.

No digo que quienes ejercen esas profesiones no tengan que anteponer su paga, pues para eso decidieron dedicar sus vidas al ejercicio de una profesión digna como son cada una de estas, sin embargo a lo que me estoy refiriendo con lo escrito es que no debe ser lo primero, no debe ser lo único, no debe ser lo más importante.

Siempre que llego a un aula de clases, al hacer mi presentación digo lo siguiente: Cuatro razones básicas me motivan a estar en esta aula impartiendo docencia, la primera de ellas es que me gusta hacerlo, amo lo que hago, disfruto bastante enseñar. La segunda, entiendo que tengo un compromiso de compartir lo aprendido, es decir tengo compromiso con mi generación y con las que siguen, con la sociedad en su conjunto de trasmitir los conocimientos adquiridos. La tercera es que parte del compromiso a parte de trasmitir los conocimientos es corregir los que he visto que otros no han hecho bien, entiendo que la mejor forma de propiciar el cambio es siendo parte de él, pues si quiero ver que las cosas cambien, debo ser el primero en tomar iniciativa. La cuarta razón es que trabajo en eso y así como trabajo en eso, merezco paga, pues el trabajador merece su paga y mi tiempo y capacidad de servicio tiene su precio, aunque en el mismo orden que acabo de exponerlo, es decir entre mis prioridades es la número cuatro, pues siempre he demostrado con hechos que las otras tres están antes.

MI FILOSOFIA DE VIDA

febrero 3, 2011

 

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Entre las muchas definiciones que tiene la palabra filosofía, una de ella es la de expresar la manera de pensar o ver las cosas, también es usada para definir el sentido de obrar de un ser humano. No me gusta mucho la lectura temática de autoayuda, sin embargo uno de los mejores libros que he leído se llama “Mi filosofía del triunfo” del otrora estrella del mejor basquetbol del mundo Michael Jeffrey Jordan. En ese libro de bolsillo, Jordan, destaca los elementos que le permitieron convertirse en el mejor del negocio. Desde entonces, he entendido que se necesitan tener políticas de vida, formatos, reglas que indiquen o encaucen el pensamiento de las personas en la toma de decisiones.

DIOS todo poderoso nos creo a su imagen y semejanza, y nos dio el poder de elegir, de sobre pasarnos, de ser limitados y de ser ilimitados, nos dio la libertad de elección. A pesar de que podemos hacer de todo, no todo conviene, por tal razón hacen faltas los patrones de vida. Por eso basado en el uso de mis ideas y en las costumbres que he adquirido en el camino de mi vida. Puedo decir que estos son algunos de los principios que han guiado mi filosofía de vida, sin que tengan orden de importancia en específico y siendo una lista enunciativa mas no limitativa ni exclusiva:

– Creo en DIOS sobre todas las cosas, a veces quiero expresarme sobre ese tema, quizás algún día lo haga, pues la imagen que yo tenía de DIOS aquella con la que crecí, ando tratando de recuperarla, pero creo en Él, creo en la Biblia, creo en el Espíritu Santo, creo en Jesús y en el poder de su crucifixión y resurrección y no cambio esa creencia por ninguna otra aunque creencia que me quieran inculcar. Sé que DIOS está en el cielo o en cualquier lugar y sé que algún día tendré que rendirle cuentas.

– Tengo un alto concepto de la amistad. Soy amigo de los amigos, cualquiera diría “obviamente, no sería amigo de los enemigos”, sin embargo lo que trato de trasmitir en esta frase es que en la edad que tengo no le he fallado a ninguno de mis amigos, nadie puede decir a la fecha que me necesitó y yo no estuve. Creo que después de la familia, los amigos son los seres más importantes del mundo, los valoro y los aprecio en su justa dimensión, aunque no me han correspondido en esa misma forma. Uno no elige a la familia, pero si puede elegir a los amigos, no obstante a veces hacemos muy malas elecciones y yo he elegido mal muchas veces.

– Las mujeres de mis amigos son invisibles, siempre lo han sido, respeto a mis amigos y en ese sentido sus amores, por eso desde que tengo abierto el sentido de responsabilidad nunca me he enredado con intereses amorosos de mis amigos.

– Soy enemigo de toda la hipocresía, nunca he sabido disimular ante una persona que no soporto ni mucho menos soportar a personas que tienen dos caras. Esta frase la oí por primera vez en la canción “El Filosofo” de Vico-C, desde entonces la hice mía, pues me identifico plenamente con ella.

– Valoro y respeto a las personas por lo que son, personas, no por lo que tienen, pueden o representan. Tengo la creencia de que todos somos iguales ante DIOS que lo que tenemos o dejemos de tener es cosa de esta vida y que muchas veces el ritmo de nuestras vidas cambia, a veces estamos arriba otras veces estamos abajo, muchas veces tenemos de sobra y otras tantas se nos escasea todo. La vida da vueltas, un día estamos de un lado otro día estamos del otro, quizás a quien hoy ves cortado, mañana es quien puede curarte.

– No me creo mejor persona que nadie, pero tampoco creo que soy el peor de todos, simplemente soy yo, DIOS me hizo como soy, si cumplo o no sus expectativas, si las tiene o no de mí es algo que solo Él puede definir. En cuanto a las cosas de aquí, no me gusta ser comparado

– Tomo alcohol en varias de sus presentaciones, pero acostumbro a tomar por compartir, no a compartir para tomar. O sea, el móvil de salir con mis amistades, o de visitar un expendio de bebidas alcohólicas no es embriagarme sino más bien disfrutar del ambiente, de lo que estoy haciendo, y con ello me «doy los traguitos», sin embargo, difícilmente se me ve en mi casa tomando o sentado solo en un bar, pues no bebo por beber sino dentro del compartir, por eso trato de no tomar dos días seguidos en una semana a menos que no sea un fin de semana.

– Entiendo bien claro que mis problemas son mis problemas, entonces no tengo por qué estar atormentando a otros con ellos, participo muy poco mis penas, no tengo muchas personas con quien desahogarme, pues soy muy cuidadoso con ese tipo de acción.

– No libro batallas sin sentido, es decir, si estoy seguro de que voy a perder, no tengo por qué pelear, sino no tengo la menor posibilidad de éxito, no pierdo el tiempo.  No es necesario estar tirando golpes a ciegas, y no me refiero a peleas ni a golpes físicos.

– No me gusta despojar a nadie de su valiosa dignidad. O sea, en una batalla solo lucho de manera implacable hasta ganar, luego de ahí no tengo porque humillar, como se pedir perdón, también se concederlo.

LA FELICIDAD: REALIDAD O QUIMERA

noviembre 9, 2009

 

En una ocasión hablaba con una persona y me pregunto que cual era mi mayor deseo en la vida. La realidad es que para ese momento me quede pensativo y muchas cosas importantes me vinieron a la cabeza, pero no encontré entre todas ellas, algo verdaderamente valedero y sincero a mis sentimientos que se pudiera identificar como mi mayor anhelo, entonces me quedé sin respuesta para esa pregunta.

De inmediato procedí a preguntarle lo mismo y para poca sorpresa a mi persona, me respondió que lo que más deseaba era ser feliz. En seguida exclamé internamente, ¡pero claro, eso me pasó por la mente! Sin embargo no quise dar esa respuesta porque la felicidad para mí es una quimera, simplemente una utopía por la cual debemos luchar, pero conscientes de que no la vamos a alcanzar.

He escuchado a muchas personas decir que se sienten feliz, pero nunca he escuchado a nadie decir SOY FELIZ, para alcanzar la felicidad hace falta tenerlo todo o por lo menos entender que lo tienes todo con lo que realmente tienes. Cuando digo tenerlo todo, no necesariamente me refiero a las cosas materiales, sino también a las espirituales, a las físicas, a las que se ven y también a las que no se ven. La felicidad no es sinónimo de la conformidad, sino de plenitud, es algo más profundo, es tener una vida sin huecos, sin lagunas, sin vacios.

La felicidad guarda mucha relación con la perfección, con la cercanía a DIOS, con la paz con sí mismo, con la no necesidad de nada. Cuando digo que es una quimera o una utopía, lo digo porque realmente debe ser el fin que persigamos, la meta misma, pero debemos estar muy, pero muy conscientes de que es casi seguro que nos pasemos toda la vida persiguiéndola, en esa persecución encontraremos muchas cosas interesantes y careceremos de muchas otras, precisamente eso es lo que hace la vida atractiva mientras encontramos la felicidad.

La felicidad es para perseguirla, no para encontrarla por lo menos, no en esta vida. Podremos alcanzarla en un estado y carecer de ella en otro, pero plenamente siempre estaremos persiguiéndola, siempre nos hará falta algo que la complemente, no importa cuántos libros de auto ayuda hayamos leído. Eso es lo que nos permite abrir los ojos cada mañana y luego de dar gracias a DIOS, prepararnos para un nuevo día, para una nueva persecución, para una nueva búsqueda. Es posible que lleguemos a la noche sin encontrar lo que salimos a buscar, pero nos sentiremos bien con lo cerca que estuvimos de hallarla y eso nos permitirá volver a tener un despertar similar.

Cuidado con la percepción

agosto 2, 2009

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Las apariencias engañan

Cuando escuchamos o leemos esa frase, regularmente, entendemos que es en alusión a algo feo que tiene algo bonito por dentro o a algo que se ve arruinado por fuera pero que por dentro está muy bien, en fin siempre que leemos esta frase nuestro subconsciente registra que lo de adentro esta bien y que lo de afuera no o que lo de afuera esta bien y lo de adentro no, siempre contraste, pero casi nunca registra que puede existir un al traste.

Para hablar de una persona y decir que las apariencias engañan, deben darse algunas cualidades, por ejemplo que la persona sea fea y de agradables y dulces sentimientos, que la persona parezca desagradable y sea agradable o que la persona parezca una dulzura y sea un diablito.

Todo este preámbulo, para decir que muchas veces nos fijamos en la apariencia exterior de la persona y aun luciendo muy bien, esa apariencia exterior nos aleja de conocer la parte interior, que en la mayoría de los casos es más importante que la exterior.

Es normal que en el caso de los hombres, la atracción por las mujeres comience por los ojos, por la parte física, pero el problema es cuando por ahí termina, es decir cuando sólo eso es suficiente, pues todo quedará en una atracción, todo será ilusión y se irá con tiempo, con poco tiempo.

Es algo injusto evaluar y calificar a las personas por lo que se ve de ellas, pues muchas veces nos quedamos viendo lo que todo el mundo ve y perdemos la oportunidad de descubrir lo más interesante, lo que está por dentro. Siempre he estado claro con que lo que se ve se pierde y cuando se pierda sólo te quedará lo que no se ve. Si te enamoras perdidamente de una mujer por todo lo que su físico te ofrezca, lo disfrutaras, pero cuando ese físico se haya ido, no tendrás nada más que buscar en ella.

Muy por el contrario ocurre cuando se complementa lo de adentro con lo de afuera, pues después de que los años hayan pasado todavía habrá mucho que encontrar.

Más aun, siempre habrán cosas interesantes, pues lo físico sirve para lograr la exhibición y llenar nuestro ego, para devorarlo con todas las fuerzas de la carne, pero lo espiritual, lo intelectual, lo que es intangible eso es lo que nos conduce a la verdadera felicidad, a aquellas cosas que disfrutamos hasta más allá de los años, hasta más allá de la distancia, hasta más allá de la carne, hasta más allá de las arrugas, hasta más allá de lo que alcanza nuestra mirada…

DECISIONES

abril 26, 2009

Decisiones

Las decisiones que tomamos a diario siempre nos afectan, bien sea en nuestro futuro inmediato otras afectan nuestro futuro de una forma un poco mas tardada.

Muchas veces me pregunto que hacer, si al tomar una decisión que afecta mi futuro inmediato de manera positiva y no crea un efecto definido sobre mi futuro o si afecta de manera negativa al presente inmediato y desconozco su efecto al futuro lejano.

En esta semana vi dos películas, ambas policiales, pero me llamo la atención que en una de ellas American Gangster la ex esposa de un policía que no acepta sobornos le reclama diciéndole que el hecho de que el sea un policía insobornable no lo califica como un hombre bueno, pues el hace muchas cosas malas. En otra película Rápido y Furioso, le dice una ex amante al policía encubierto quizás no eres un bueno disfrazado de malo, sino que realmente eres un malo que vive disfrazado de bueno.

Ambas mujeres tenían razón con lo que decían, ambas calificaban de malos a aquellos que se sentían ser buenos, por algunas acciones que ejecutaban sobre los malos, así es nuestra vida, y así son nuestras decisiones. A veces tenemos un código de ética que consideramos inviolable para algunas cosas, sin embargo no aplicamos un código similar para las demás.

Yo me pregunto, ¿Qué se debe hacer entonces? Tomando en cuenta que él hacía muchas cosas  ¿El policía debía dejarse sobornar? ¿Es necesario limitar nuestras buenas acciones teniendo a cargo las malas que están alojadas en nuestra memoria? ¿Debemos tomar decisiones en contra de lo correcto basadas en la poca incidencia que tengan en nuestro futuro?

La realidad es que se torna difícil encontrar respuesta a cada una de estas preguntas, siempre y cuando exista en nosotros el punto luminoso de querer hacer las cosas bien hechas, aunque en alguna o algunas áreas hayamos fallado, pues si hacer el bien está reservado para los perfectos, entonces ningún humano estaría capacitado para hacerlo…

BALANCE

octubre 20, 2008

Es tan difícil lograr balance en nuestras vidas, siempre queremos algo más de lo que tenemos, siempre nos sentimos insatisfechos de lo que hacemos, en fin no estamos conformes con lo que somos en ninguna etapa de nuestras vidas.

Para ser sincero nunca he escuchado a una persona decir estoy satisfecho de lo que soy, de lo que tengo, de lo que he logrado hasta este momento. Muy por el contrario, siempre agregamos la coletilla de “quiero llegar a”, “aun no tengo esto o aquello” “todavía me falta por”.

Con esto no quiero decir bajo ninguna circunstancia que no estoy de acuerdo con la gente proactiva y que busca mejorar su porvenir, todo el que me conoce sabe que soy una persona progresista y poco conformista, sin embargo en esta ocasión me refiero al balance, aquel que existe entre sentirnos bien de lo que somos, lo que tenemos y lo que entendemos que nos falta.

Muchas veces nos volcamos a la excelencia laboral y olvidamos la parte familiar, otras veces nos vamos a los logros académicos y descuidamos la estabilidad de nuestra salud, o simplemente por alcanzar aquello olvidamos que ya logramos esto o por querer algo cerramos los ojos a lo que nos rodea.

Creo que necesitamos balance, balance entre lo que somos y lo que queremos ser, balance entre lo que percibimos y lo que realmente somos, balance, fácil de pronunciar, difícil de lograr, pero si no lo obtenemos difícilmente lograremos metas sin disfrutar de lo que somos y de lo que tenemos, quizás nos pasaremos la vida queriendo alcanzar algo, queriendo ser algo y cuando lo logremos a lo mejor tendremos muy poco tiempo o muy pocas fuerzas para disfrutarlo.

SERVICIO

septiembre 1, 2008

Estoy indignado por la baja calidad en los servicios que ofrecen los comercios de la República Dominicana. Increíblemente cada vez vamos de mal en peor, cada vez hay más deficiencia y peor se comportan las personas. Existen varias razones para que eso esté pasando, pero hay tres (3) principales:

1. Contratación de personal no calificado: Por pagar menos muchas empresas se enfrascan en la contratación de personas no aptas para ese tipo de negocios, simplemente porque les sale «más barato», entonces ese tipo de persona tratan mal a los clientes y las consecuencias no se hacen esperar.

2. Falta de entendimiento sobre el tipo de negocio al que pertenece por parte de la empleomanía: Estar en un negocio y no conocer su naturaleza es desastroso. Usted debe saber que está en ese lugar para servirle a las personas y hacer más allá de lo posible para poder dejarlos satisfecho, los servicios son 100% percepción, son intangibles, no dejan como resultado la posesión de ningún bien material (aclaro, el bien material es una combinación, no es la prestación misma del servicio).

3. Falta de supervisión: Hay una frase popular que reza el ojo del amo, engorda el caballo, en alusión a la importancia del jefe o del dueño en lo que se hace, pues debido a los factores anteriormente señalados, la gente actúa como si su dejadez no fuera a crear ningún tipo de efecto negativo.

Uno por prudencia al escribir algo acude al dicho se dice el pecado, pero no el pecador, sin embargo como ya me cansé de eso, voy a crear una nueva sección en este blog donde expresaré mis descontentos a ver si la gastritis no sigue progresándome por los piques que me hacen coger. Aquí voy con varios ejemplos de mal servicio y a penas uno de buen servicio.

Yoguen Fruzt:
Fui hace algunos días a comprar un helado y pago con un billete de RD$500.00 al verlo la cajera me dice que no tiene menudo, cuanto me molestó esa situación. Ella puede que ella no tuviera menudo y eso no es problema, el caso es que en lo adelante me ignoró, cuando la responsabilidad por el cambio no era mía sino de ellos, pues yo estoy pagando con una moneda de curso legal. Entiendo que no tuviera con qué devolverme, pero no entiendo que no quisiera hacer nada más que decirme eso, ella pudo mandar a otro empleado a cambiarlo, pudo hacerlo ella misma, pues la heladería está en una plaza donde incluso hay varios bancos (Carrefour). Me trató como si yo estuviera pidiendo un helado de regalo y no lo estuviera comprando.

Press to: Es la lavandería que está en Multicentro Churchill, tremendo ejemplo de mal servicio, los empleados que tienen cortesía son muy escasos en ese lugar. Sucede que llevé a planchar unas camisas el martes y me dijeron que estarían listas para el viernes en la tarde, también eso decía la factura. Yo fui el sábado al medio día y después que me hacen esperar aproximadamente 20 minutos (estando el negocio vacío) me dicen que faltan dos camisas por planchar, me incomodé sobremanera y le dije dos o tres cosas y me fui. Regresé en la noche y para sorpresa mía aun no estaban planchadas las dos famosas camisas, en fin tuve que sentarme a esperar que las plancharan, por suerte la joven que estaba en ese turno es de las pocas amables y supo manejar la situación y responder.

 

Almidón: Esta es una lavandería que está en la calle Rafael Augusto Sánchez, esquina Virgilio Díaz Ordoñez, decidí llevar una parte de mi ropa a este lugar, por referencia de alguien y para mi sorpresa el servicio es excelente. Primero estaban atendiendo otra persona antes de mí y la señora que atendían no recordaba que había llevado y la joven que la atendía le dijo con lujo de detalles cada pieza que tenía allá, sin auxiliarse de la PC ni nada que no fuera su mente. Me incumplieron con la fecha de entrega, pero su amabilidad calmó cualquier reclamo que yo hubiera podido tener al decirme lo siguiente «¿usted podría venir a buscar sus camisas mañana? Sucede que las plancharon y no quedaron como yo quería por eso las devolví para plancharlas de nuevo y aún no están listas» no me quedó más que responderle, con una sonrisa, que no había problemas y marcharme. Cuando fui al día siguiente, mi ropa estaba lista y con un planchado de mucha calidad. La joven no precisó de recibo ni nada para recordarme y recordar las exigencias con la ropa, eso lo aprecié mucho y por estas razones recomiendo este lugar.