
Continuando con el tema de liderazgo, con el que habíamos iniciado una serie, en este post ampliaremos un poco la base conceptual de dicho término, pues a diario escuchamos hablar sobre éste y no sabemos bien que significa. Es usual que muchas personas que no se desempeñan en el área, confundan el término “líder” con “jefe” o “patrón” y estos a pesar de estar asociados están muy lejos de tener el mismo significado.
Ser jefe es una condición dada por una posición, es decir, cualquier persona que tiene por lo menos una persona bajo su mando jerárquico puede ser llamado jefe, sin que necesariamente éste tenga ningún tipo de cualidades o aptitudes marcadas para ello. Ser patrón, a diferencia de su descripción etimológica, es una condición dada a una persona que está encargada de una empresa o departamento, frente a los demás empleados, es decir, alguien que posee una empresa o actúa en representación del dueño. Partiendo de lo expresado en este párrafo podríamos decir que “jefe” y “patrón” podrían ser sinónimos.
Liderazgo es algo diferente, según lo describe un escritor de mucho renombre, el brasileño Idalberto Chiavenato, «Liderazgo es la influencia interpersonal ejercida en una situación, dirigida a través del proceso de comunicación humana a la consecución de uno o diversos objetivos específicos». Es decir, el liderazgo toma de alcanzar objetivos grupales a través de una dirección, es alcanzar resultados extraordinarios en muchas ocasiones con actores ordinarios.
Partiendo de lo antes descrito entendemos que el líder es un catalizador de ideas, alguien (que no es Aylán) capaz de producir resultados sinérgicos. Un líder es una persona con cualidades marcadas, con capacidad y conocimiento que le permitan despertar un interés sobre los demás para seguir sus ideas.
Cualquier persona podría ser jefe o patrón, sin embargo, para ser un líder es necesario poseer un conjunto de cualidades, tanto empíricas como académicas, depende del lugar y la situación donde se vaya a emplear unas serán más necesarias que otras, el secreto está en saber cuando se necesita de cada una de ellas.
El tema de liderazgo es un tema muy controversial, estoy seguro que muchos de ustedes tienen ideas adversas a las plasmadas aquí, quizás no de fondo, sino de forma. Le dedicaremos un post a las cualidades que se supone deba poseer un líder, por el momento vamos a finalizar conociendo los tres estilos básicos de liderazgo y hablando de cual es el mejor entre ellos.
Existen muchos tipos de líderes en función del estilo de liderazgo prioritario que utilicen. Según ciertos estudios dirigidos por Kurt Lewin, Ronald Lippitt, y Ralph K. White podemos identificar:
Autoritario (autocrático): Liderazgo orientado a la tarea y la acción. Se prima la disciplina, la obediencia al líder y la eficacia. Bajo este esquema, el líder asume toda la responsabilidad de la toma de decisiones, inicia las acciones, dirige, motiva y controla al seguidor. La decisión se centraliza en el líder. Puede considerar que solamente él es competente y capaz de tomar decisiones importantes, puede sentir que sus seguidores son incapaces de guiarse a sí mismos o puede tener otras razones para asumir una sólida posición de fuerza y control. La respuesta pedida a los subalternos es la obediencia y adhesión a sus decisiones.
Democrático: Liderazgo orientado al grupo. Se fomenta la participación del equipo en la toma de decisiones. Bajo este esquema el líder utiliza la consulta para practicar el liderazgo. No delega su derecho a tomar decisiones finales y señala directrices específicas a sus seguidores pero consulta sus ideas y opiniones sobre muchas decisiones que les incumben.
De rienda suelta, líder liberal o «laissez faire»: Funciones del líder dispersas en los componentes del grupo. Se delega la autoridad en los miembros del equipo. Bajo este esquema el líder delega en sus seguidores la autoridad para tomar decisiones. Espera que los subalternos asuman la responsabilidad por su propia motivación, guía y control. Excepto por la estipulación de un número mínimo de reglas, este estilo de liderazgo, proporciona muy poco contacto y apoyo para los seguidores. Evidentemente, el seguidor tiene que ser altamente calificado y capaz para que este enfoque tenga un resultado final satisfactorio. De aquí, pero con personas calificadas viene el “empowerment”
Luego ampliaremos sobre los demás estilos de liderazgo existentes, como mencionamos estos son los tres básicos, pero ante estas definiciones nos surge una pregunta espontánea, casi por defecto:
¿Cuál de los tres estilos es el mejor?
Mi aprendizaje y experiencia profesional me han dado como resultado, entender que cada uno de los estilos es eficiente, sin embargo la magia y el secreto del liderazgo eficaz estará en saber cuando utilizar cada uno de ellos. Ninguno por sí solo es mejor que los otros dos, el estilo a utilizar siempre estará subordinado a la necesidad del momento. La grandeza de un líder estará en saber cuando utiliza uno de estos estilos, pues en cada momento se necesitará uno más que el otro.