Archive for the ‘Administración para no Administradores’ Category

DIVIDE Y VENCERAS

junio 26, 2008

 

Divide y vencerás, una máxima que suena dura para algunos, sin embargo con un sentido extraordinario para otros. Mal utilizada por algunos y muy resultante para otros.

Cuando Julio César utilizó estas palabras, bajo ninguna circunstancia y en ningún con contexto se refirió a dividir personas para que divididas sean más fácil de vencer, sino más bien, se quiso referir a la división de tareas y marcos de actividades, más aun, se refería al papel que juega el gobierno como administrador del estado en conjunto y su necesidad de fraccionar los enfoques de trabajo y así lograr efectividad.

En todas las áreas de aplicación la división del trabajo y de los enfoques garantiza éxito en las aplicaciones, si una persona o un grupo de personas quieren resolver muchas cosas al mismo tiempo es muy probable que todo lo hagan mal, o simplemente no hagan nada bien, sin embargo si se focalizan las áreas, entonces existe cierta garantía de que salgan bien.

En mi juicio se ha satanizado esa frase y se ha tomado en un contexto completamente diferente a su autor, pues con mucha frecuencia escucho decirla para referirse a dividir personas, opiniones, puntos de vista, entre otras cosas con el fin de restar fuerzas al adversario y ser más efectivo en el combate.

En el marketing divide y vencerás es sinónimo de segmentación de mercado y elección de target, en administración divide y vencerás es el mejor ejemplo de lo que es una empresa, donde se organizan cada uno de los elementos y se dividen en funciones con el fin de alcanzar objetivos comunes, con ello nació la división del trabajo. En política divide y vencerás es sobre todo la parte de que cada tarea debe tener alguien que vele por su cumplimiento, en nuestras vidas divide y vencerás nos indica que no podemos hacerlo todo a la vez, sino que hace falta organización en todo lo que hagamos para que podamos ser eficaces en cada una y podamos tener los mejores resultados.

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GLOBALIZACION

febrero 20, 2008

La globalización a inicios de este milenio era todo un mito, la gente veía este tema como un gran fenómeno que venía en pos de revoltear el mundo y poner las cosas de un lado hacia otro, los temas universitarios (principalmente en las escuelas de negocios y economía) se volcaron a enfocarse en el milagro de la globalización.

Para ese entonces, estaban algunos temas muy de moda, tales como Reingeniería, Reorganización y la filosofía de Justo a Tiempo, recuerdo también que con la globalización se ventilaban muchos aires de cambio, tal era que se puso de moda en las aulas y en los puestos de trabajo la frase “el que no cambia, lo cambian”.

Pasado algunos años, la globalización se convirtió en una realidad y muchos temas relacionados a ella fracasaron, se mostró tal y como era y no tanto como la vendían en esos momentos, la globalización trajo sus propias herramientas:

– Apertura de mercados

– Intercambios de culturas

– Ciudadanía mundial

Y lo más importante de todo, conceptualmente, la posibilidad de ver al mundo como una aldea global, es decir que los mercados no se limiten a la localidad, sino al mundo como un gran centro. Entre los factores que más ayudaron a ese desarrollo global se encuentran:

La Internet: Por esta maravillosa herramienta de redes de telecomunicaciones, hoy en día se han dejado atrás un sinnúmero de procesos arcaicos de intercomunicaciones y se abren las ventanas del mundo a través de un ordenador.

El Libre Comercio: Con los acuerdos intercontinentales y regionales de intercambio comercial y laboral, el mundo se ve como un mismo mercado, donde varían los parámetros legales de los diferentes escenarios.

Hoy en dia, la globalización es toda una realidad, es muy posible que hoy estés trabajando en la República Dominicana, tengas unos zapatos fabricados en Italia, unas medias Chinas, un pantalón fabricado en Centroamérica, una camisa fabricada en USA y unas ropas interiores ensambladas en la República Dominicana, con materia prima de Japón, además un reloj Suizo y necesites hablar alemán para poder realizar tus actividades.

La globalización se define como la interdependencia de transporte, distribución, comunicación y redes económicas a través de las fronteras internacionales. Ha sido tan fuerte que ha dado un giro radical al pensamiento administrativo y ya las escuelas de negocios no se limitan a educar al gerente con “habilidades gerenciales” las cuales han marcado el desarrollo directivo, sino que los términos del nuevo tiempo van a las “habilidades globales” que debe poseer un profesional para considerarse competente dentro de su ejercicio profesional.

La globalización ha revolucionado el mundo y lo seguirá haciendo. Algo que también será parte del entorno de cambio y facilitará los procesos en los próximos años serán las tendencias a la unificación de monedas por continente. Es decir se espera que los continentes se agrupen al rededor de la moneda más fuerte de la región, Europa lo hizo creando una nueva moneda “Euro”, se espera que Asia lo haga alrededor del “Yen” y América alrededor del “Dólar”. Esto es un tema de grandes debates, sentimientos de nacionalismo y otras cosas por el estilo que definitivamente merecería ser punto especifico de otro post.

COMPETENCIA

febrero 11, 2008

 

Es muy probable que al leer el titulo de este post y más aun al ver el la imagen, tú piensas que hablaremos de lucha entre iguales o desiguales o simplemente a batalla por una posición o premio.

A diario escuchamos a personas referirse a la competencia y en el peor contexto, pues mucho se ha utilizado esta palabra para describir la lucha entre dos personas, dos empresas o algo por el estilo, sin embargo hay otro contexto muy poco utilizado y es el que le da más vida a esta palabra y define más su razón de explicación.

Competencia no es sólo sinónimo de enfrentamiento y de lucha por ser el primero, sino más bien, lo es de poseer todas las cualidades y aptitudes para lograr algo en la vida y eso entonces te hará el primero o parte de los primeros. Ser competitivo es fundamental para alcanzar metas, sin embargo la mayor utilidad que se le da es, para nombrar a una persona que hace lo posible y hasta lo imposible para imponerse sobre otra o sobre otras.

Una persona competente es una persona que posee las herramientas básicas necesarias para desempeñar una función o responsabilidad. Una persona competente es aquella que está apta para encarar la conducción de una carga, es una persona que está en plena capacidad de lograr los retos impuesto según sus niveles. Una organización competente es aquella que tiene la capacidad de responder a las exigencias de sus clientes en todos los sentidos, desarrollando cualquier método y forma para lograr la satisfacción.

Las competencias no son universales y cada campo tiene sus propias exigencias en cuanto a competencia, lo mismo aplica para personas que para empresas, pues según las exigencias del área, éstas marcarán los patrones de todos los participantes.

En términos prácticos, si estudiáramos y mirásemos diferentes áreas para hacer comparaciones competitivas, entonces, pudiéramos ver los contextos más claros, por ejemplo, mi hermano Mattías pudiera describir claramente las competencias requeridas en una persona para desempeñarse como Chef (en este caso las competencias se refieren al perfil requerido en esas personas, tanto en preparación técnica así como en preparación empírica (experiencia). No necesariamente tendría que referirse a la pelea entre dos aspirantes a Chef, por ver quien logra llegar primero. Aunque esto último es lo que escuchamos a diario como definición

El Liderazgo II (los estilos)

octubre 1, 2007

Continuando con el tema de liderazgo, con el que habíamos iniciado una serie, en este post ampliaremos un poco la base conceptual de dicho término, pues a diario escuchamos hablar sobre éste y no sabemos bien que significa. Es usual que muchas personas que no se desempeñan en el área, confundan el término “líder” con “jefe” o “patrón” y estos a pesar de estar asociados están muy lejos de tener el mismo significado.

Ser jefe es una condición dada por una posición, es decir, cualquier persona que tiene por lo menos una persona bajo su mando jerárquico puede ser llamado jefe, sin que necesariamente éste tenga ningún tipo de cualidades o aptitudes marcadas para ello.  Ser patrón, a diferencia de su descripción etimológica, es una condición dada a una persona que está encargada de una empresa o departamento, frente a los demás empleados, es decir, alguien que posee una empresa o actúa en representación del dueño. Partiendo de lo expresado en este párrafo podríamos decir que “jefe” y “patrón” podrían ser sinónimos.

Liderazgo es algo diferente, según lo describe un escritor de mucho renombre, el brasileño Idalberto Chiavenato, «Liderazgo es la influencia interpersonal ejercida en una situación, dirigida a través del proceso de comunicación humana a la consecución de uno o diversos objetivos específicos».  Es decir, el liderazgo toma de alcanzar objetivos grupales a través de una dirección, es alcanzar resultados extraordinarios en muchas ocasiones con actores ordinarios.

Partiendo de lo antes descrito entendemos que el líder es un catalizador de ideas, alguien (que no es Aylán) capaz de producir resultados sinérgicos.  Un líder es una persona con cualidades marcadas, con capacidad y conocimiento que le permitan despertar un interés sobre los demás para seguir sus ideas.

Cualquier persona podría ser jefe o patrón, sin embargo, para ser un líder es necesario poseer un conjunto de cualidades, tanto empíricas como académicas, depende del lugar y la situación donde se vaya a emplear unas serán más necesarias que otras, el secreto está en saber cuando se necesita de cada una de ellas.

El tema de liderazgo es un tema muy controversial, estoy seguro que muchos de ustedes tienen ideas adversas a las plasmadas aquí, quizás no de fondo, sino de forma. Le dedicaremos un post a las cualidades que se supone deba poseer un líder, por el momento vamos a finalizar conociendo los tres estilos básicos de liderazgo y hablando de cual es el mejor entre ellos.

Existen muchos tipos de líderes en función del estilo de liderazgo prioritario que utilicen. Según ciertos estudios dirigidos por Kurt Lewin, Ronald Lippitt, y Ralph K. White podemos identificar:

 

Autoritario (autocrático): Liderazgo orientado a la tarea y la acción. Se prima la disciplina, la obediencia al líder y la eficacia.  Bajo este esquema, el líder asume toda la responsabilidad de la toma de decisiones, inicia las acciones, dirige, motiva y controla al seguidor. La decisión se centraliza en el líder. Puede considerar que solamente él es competente y capaz de tomar decisiones importantes, puede sentir que sus seguidores son incapaces de guiarse a sí mismos o puede tener otras razones para asumir una sólida posición de fuerza y control. La respuesta pedida a los subalternos es la obediencia y adhesión a sus decisiones.

 

Democrático: Liderazgo orientado al grupo. Se fomenta la participación del equipo en la toma de decisiones. Bajo este esquema el líder utiliza la consulta para practicar el liderazgo. No delega su derecho a tomar decisiones finales y señala directrices específicas a sus seguidores pero consulta sus ideas y opiniones sobre muchas decisiones que les incumben.

 

De rienda suelta, líder liberal o «laissez faire»: Funciones del líder dispersas en los componentes del grupo. Se delega la autoridad en los miembros del equipo. Bajo este esquema el líder delega en sus seguidores la autoridad para tomar decisiones. Espera que los subalternos asuman la responsabilidad por su propia motivación, guía y control. Excepto por la estipulación de un número mínimo de reglas, este estilo de liderazgo, proporciona muy poco contacto y apoyo para los seguidores. Evidentemente, el seguidor tiene que ser altamente calificado y capaz para que este enfoque tenga un resultado final satisfactorio. De aquí, pero con personas calificadas viene el “empowerment”

Luego ampliaremos sobre los demás estilos de liderazgo existentes, como mencionamos estos son los tres básicos, pero ante estas definiciones nos surge una pregunta espontánea, casi por defecto:

 

¿Cuál de los tres estilos es el mejor?

Mi aprendizaje y experiencia profesional me han dado como resultado, entender que cada uno de los estilos es eficiente, sin embargo la magia y el secreto del liderazgo eficaz estará en saber cuando utilizar cada uno de ellos.  Ninguno por sí solo es mejor que los otros dos, el estilo a utilizar siempre estará subordinado a la necesidad del momento.  La grandeza de un líder estará en saber cuando utiliza uno de estos estilos, pues en cada momento se necesitará uno más que el otro.

EL LIDERAZGO

septiembre 4, 2007
 
–– ADMINISTRACION PARA NO ADMINISTRADORES ––

Hace algunos días escribí un post sobre Administración de Empresas y algunas personas me pidieron menos velocidad, es decir que escribiera para gente que no necesariamente posea conocimientos en administración o simplemente se esté iniciando en el campo.  Entonces decidí tener una nueva columna de administración para no administradores.

Es decir esta serie de post estará dedicada a todo el público que tenga algún interés en conocer o ampliar sus conocimientos en el área.  Aquí vamos…

En alguna u otra forma, todos somos miembros de varios grupos. Vivimos en grupo, trabajamos en él, algunas veces nos divertimos en grupo; aprendemos en grupo y un conocimiento importante que adquirimos es la habilidad de dirigir; es decir, contribuir a que no se organicen y definan las acciones y pensamientos del grupo.

Encontramos que cada uno de nosotros puede ser líder y/o seguidor en muchos aspectos de la vida. El liderazgo continuo, es una situación rara. El liderazgo es un estado dinámico que incluye tres componentes: los individuos (con conocimientos, destrezas y actitudes que traen consigo a un grupo), la tarea a realizarse y la situación en que se van a operar.

El líder surge como resultado de las habilidades del individuo a contribuir a las necesidades del grupo. Cuando estas necesidades cambian, el liderazgo cambia, a menos que la estructura sea tan rígida que no le permita.

Ser líder es saber comprender las necesidades grupales y de los individuos; es tener capacidad para ayudar a satisfacerlas. En general, el líder es la persona que controla a un grupo y a ciertos tipos de situaciones sociales.  Las analiza y desarrolla técnicas apropiadas para abordarlas. Juega un rol directivo en algunas ocasiones, tomando sobre sí las responsabilidades de asignar tareas y elegir a sus compañeros de trabajo.

Entre su acción, se puede mencionar que sirve de portavoz del grupo, representa el consenso de opinión y mantiene armonía en él, evitando situaciones que pueden afectar la marcha progresiva hacia conseguir los objetivos. A menudo sirve de educador o maestro. Casi siempre tiene una visión clara de los problemas y oportunidades presentes y ayuda a los demás a captarlos.  Simboliza los ideales de grupo, ya que por su lealtad y dedicación, se gana la confianza de sus miembros.  Da sugerencias orientadoras en las que existe libertad responsable.

El líder es:  

  1. Un catalizador de las energías del grupo, orientándolas hacia el proceso y haciéndolas entrar en la dinámica de la participación, acción y revisión.

  2. Un informador que enseña las técnicas de ese proceso.

  3. Un animador que impulsa a los más tímidos a colaborar y, con su sola presencia, estimula a todos a participar y realizar lo determinado en el grupo hasta las últimas consecuencias.

Pueden dejar sus opinioneas y consultas y con gusto les serán respondidas…este tema continuará